El Anarquista Que Se Llamaba Como Yo

En 1924 era condenado a garrote vil el anarquista Pablo Martín Sánchez, acusado de atentar contra la dictadura de Primo de Rivera. Su homónimo, el escritor Pablo Martín Sánchez, busca, en esta inquietante novela, reconstruir su historia. El lector, con el ánimo en suspenso, asistirá atónito al destino que aguarda al personaje principal. Sus aventuras y desventuras lo sostendrán atrapado en una trama tan interesante como difícil de olvidar. La novela es entretenida y está bien estructurada y documentada, pero la única pega que encontraba mientras leía, es que mi empatía por el personaje se veía frustrada por saber desde el principio su injusto y trágico final ¿o quizá no?. Pero no piense el lector que se queda Martín Sánchez solo con la anécdota política.

Pablo Martín, el autor, es un corrector y ex–librero de Reus que un día escribió al editor de Barranco rectificándole cuestiones expertos. Al finalizar su primera novela, atrevido y coherente, se lo envió. Los saltos temporales dejan comprender pasado y presente del personaje principal, así como el contexto político. Los guiños al lector te implican en la trama todavía mucho más.

De tal modo juega el escritor a situarnos en 2 tiempos narrativos paralelos. Por un lado en un presente que se correspondería con los años de exilio en Francia como trabajador de una imprenta del personaje principal a lo largo de la dictadura de Primo de Rivera (episodios introducidos por números latinos) y por otra intercalando entre tales, otros con pasajes de la vida pasada del activista baracaldés, (introducidos estos por números romanos). Una suerte de juego; de saltos espacio-temporales que contribuyen a producir esa cadencia amena que caracteriza la novela. La España de Alfonso XIII, París, San Juan de Luz, Bayona, Salamanca…Sitios en los que el personaje principal, convive con intelectuales contemporáneos de todo tipo a los que se hace referencia en la novela. Blasco Ibañez, Ortega y Gasset, Pestañita, Miguel de Unamuno… Todos ellos críticos en su instante con el régimen y condenados asimismo como el anarquista vizcaino al exilio de las ideas. Otro exilio mucho más de la vergüenza, de los que desgraciadamente tanto sabemos en este país.

Críticas

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Yo también doy merced al editor por el añadido final, aunque me queda la duda de si va a ser realidad o recurso literario. Escucha en audiolibro la novela de Delphine de Vigan \’Los reyes de la vivienda\’, una historia sobrecogedora sobre los peligros de la sobreexposición en redes, la explotación infantil y la falsa felicidad. El autor teclea cierto día su nombre en Google+ y se da de bruces con otra persona con idéntico nombre y apellidos y con una historia tan libresca en sí que dio al final rincón a exactamente, eso. Facilitando tu correo admites nuestros términos de empleo y la política de intimidad, tal como que te enviemos correos de Time Out con novedades, eventos, ofertas y ofertas de clientes. La ópera prima de este agradable autor de Reus, lo merece. No es casualidad que en solo seis meses se esté imprimiendo ahora la cuarta edición.

El Anarquista Que Se Llamaba Como Yo

El contexto histórico está muy bien engarzado con un personaje que se llega a confundir con nuestro autor. Pablo Martín Sánchez es graduado superior en Arte Dramático, licenciado en Teoría de la Literatura y Literatura Equiparada, y máster de Humanidades. En el ámbito editorial, trabajó como lector, corrector, traductor y librero. Principal creador de la gaceta Verbigracia y integrante del equipo de redacción de la revista digital La Siega, en la actualidad es colaborador frecuente de la gaceta Rinconete y efectúa estudios de doctorado en Lille , con una tesis sobre el Oulipo y el hipertexto. Es integrante del Collège de Pataphysique y del Altíssimo Centro de Estudios Pataphysicos de La Candelaria. Su debut literario fue con el libro de cuentos Fricciones .

el anarquista que se llamaba como yo

Seiscientas páginas sin tregua en una España muy poco famosa que vuelve a la vida de la mano del escritor que se llamaba como el anarquista. «Mezcla asombrosa de documentación histórica y devenir aventurero. El resultado de este apasionante ejercicio se traduce en una novela excepcional y asombrosa que puede leerse de un tirón como una biografía ficticia, como una historia real o, en todo caso, como de los mejores libros que se hayan publicado recientemente». El recorrido novelesco del personaje nos deja adentrarnos en los ambientes anarquistas de París o Argentina, asistir con emoción al nacimiento del cine y rememorar los hechos de Vera de Bidasoa con el chisporroteo incesante del gusto por narrar y un estilo rotundo, en el que cada oración logra incitarnos a leer la próxima». La culminación de la novela es fiel a la de la trayectoria vital real de nuestro personaje.

El Español

Acaso el único matiz que conviene hacerle al libro sea producto de la obsesa intención del creador de documentarlo todo. Creo que una poda rápida la hubiera hecho aún mucho más intensa. Aunque, sin duda, no tiene que ver con nada que vaya en menoscabo de la magnitud de la novela, que es indudable. Esa misma obsesión por el detalle, por un rigor que semeja mucho más patrimonio del historiador que del novelista, hace que el creador haya amado insertar en el final del libro una nota final que viene a dar in extremis un giro sorprendente a la trama. PABLO MARTÍN SÁNCHEZ es graduado superior en Arte Dramático, licenciado en Teoría de la Literatura y Literatura Equiparada, y máster de Humanidades. En el ámbito editorial ha trabajado como lector, corrector, traductor y librero.

Resumen De El Anarquista Que Se Llamaba Como Yo

El escritor tuvo mucha suerte al encontrar una historia como la de Pablo Martín. Siendo una historia real, sus personajes te enseñan como era la vida de la España de finales del XIX- principios del XX y de de qué forma vivían, el exilio en Francia, los españoles con especiales anarco-marxistas. La única pega que le puedo poner, es el fallido intento del escritor, de transformar esta historia en una novela.

Hay, primeramente, una observación de fascinación hacia la temporada estudiada. Pululan por sus páginas atrayentes individuos como Blasco Ibáñez, al que se rinde un cariñoso homenaje. Los episodios mucho más significativos del anarquismo de entreguerras se muestran con lujo de datos -como la Semana Trágica barcelonesa de 1909-, pero también hay un considerable tejido ficcional, bien urdido, detallista, emocionante. Asistimos también a capítulos nada políticos pero necesarios para la trama libresca, como el descubrimiento del cinematógrafo por el personaje principal, aún niño, o el no menos relevante de las conmuevas, la amistad y el cariño. Martín engarza los episodios históricos y los inventados con una seguridad pasmosa.

Para mi gusto, le falla la narración, ya que en muchas ocasiones, parece mucho más un libro de historia, que una novela. Empachados de la guerra civil ya iba siendo hora que recibiésemos una gran obra sobre otra época previo en una década, sobre el movimiento anarquista y quienes participaron contra la dictadura. Blasco Ibáñez, Unamuno y Durruti son varios de los secundarios de gran lujo de esta puesta en escena de toda una temporada basándose en el simple antihéroe que se llamaba como el escritor. Una novela bien escrita, que engancha desde el principio y cuyas 600 páginas pasan como un suspiro. Pablo Martín engarza cada eslabón de la narración para que el interés no se pierda hasta el final. Cada capítulo está dedicado a un hecho presente y otro pasado, como dos historias que se se relacionan, y que, no obstante, tienen un único protagonista.