Una receta única, inimitable, que los distinguió de todos los conjuntos que sonaban en los 80, tanto en Barcelona como en el resto del estado. Pero hay un tema que no podría haber venido de ninguna otra década, que combina sintetizadores exuberantes y letras de generación \’me\’, vida callejera y sofisticación, clase pop y vestigios de la primera ola de hip hop. Está a millas de distancia de las luchas a las que la cantante se encararía mucho más adelante en su carrera. Es un tema bien recibido en cualquier fiesta y una canción de karaoke para romper cristales.
Desde su nacimiento en 1956, de año en año alegraba el corazón de la vieja Europa obsequiando canciones nuevas y conociendo a varios artistas que se terminarían convirtiendo en pesos pesados de la industria. No las negativas de ciertos países ganadoras como en los años 1963 o 1980, una huelga laboral de la BBC en 1977 y la Guerra de los Balcanes, que forzó a cambiar de sede a última hora, frenaron el espectáculo. El coronavirus ha entrado a formar parte de la narración de Eurovisión siendo el fundamento que llevó por vez primera al añejo certamen a cancelar una edición. Jon Ola Sand, productor Ejecutivo del espectáculo, ha lamentado la noticia pero ha dejado claro que Eurovisión volverá en 2021 “más fuerte que nunca”. Los miembros del mítico grupo sueco llegaron a Brighton, sede del festival en 1974, como auténticos desconocidos para el público europeo. Aquel año, la enorme preferida era Olivia Newton John, que ya tenía 2 álbums en el mercado.
Kasai All Star : «beware The Fetish« (rd Congo, – World Circuit
Pese a su achicada población, Cabo Verde posee una de las situaciones musicales más vivas del conjunto de naciones. Durante esta década hemos podido disfrutar de enormes artistas en medio de una forma como Mayra Andrade, Suprima Almeida o Sara Tavares aparte de el revival de ese ritmo endiablado llamado Funaná. De toda esta increíble cosecha destacaremos el cuarto trabajo de Tcheka, Dor de Mar, un disco en el que la voz del caboverdiano, su guitarra sorda y su mezcla de ritmos de las islas como el batuku, el finason, la tabanka, la morna o la coladera nos transmite una sensación de reposo y al mismo tiempo melancolía que nos llena el alma inmediatamente. Las excelentes armonías que acompañan a temas como la inicial “Kriadu Assim”, “Antuneku”, “Moça de Classe” o la hispana “Madalena” invitan a quedarse en esa región cálida que crea “Dor de Mar” para el oyente.
Una obra que mucho más que un álbum al uso marcha prácticamente como una sinfonía orquestal con una unidad conceptual coherente. La canción sobre el karma que abrió \’Colours by numbers\’, álbum que catapultó a la popularidad al grupo británico en 1983. Con este tema, además de esto, la banda se mantuvo en el número uno de la lista Billboard durante semanas. Una letra llena de concepto sobre la sinceridad y sobre la fidelidad a nosotros mismos, anegada del ritmo new wave que caracterizaba a Culture Club, y con pinceladas soul de armónicas melancólicas.
Un tema pop no buscado que el grupo no acostumbra tocar, pero que supuso una enorme revelación en su publicación. Uno de los himnos de la Movida madrileña que fue, además, un estandarte de la modernidad. Las maneras de expresarse y divertirse de la juventud actualmente despertaban el rechazo de los ámbitos mucho más conservadores, así que \’¿A quién le importa? \’ se convirtió en un canto a la libertad individual en frente de la sociedad uniformizadora de la temporada y en una preferida, también, del colectivo LGBTI.
Ferviente espiritual, Marley creía que el último rey de Etiopía, Haile Selassie, era la reencarnación de Dios y que liberaría al hombre de ascendencia africana y le conduciría a la tierra prometida, el Monte Sión . Brading lo analiza con acierto, cuando apunta que Las Viviendas convirtió los poderes sacramentales del clero en fuente de autoridad jurídica, mientras el confesor actuaba como virtual juez del penitente. En las tensiones que se expresan entre la forma controlada del alegato y la representación hiperbólica de la crueldad y la crueldad que atraviesa la relación. Son aquéllas que posibilitan el seguimiento y análisis del accionar de los clientes en nuestra página. La información recogida se emplea para la medición de la actividad de los individuos en la página web y la elaboración de perfiles de navegación de los clientes, con el objetivo de progresar la página web, tal como los bienes y prestaciones ofertados.
Los Mares De Joseph Conrad
El álbum no es sólo un manual técnico de virtuosismo, que también lo es, si no un trabajo plagado de música en mayúsculas. En el que los ritmos de Allen, toman del jazz pero también le avisan de que este proviene de África, y de que en este conjunto de naciones, tiene aún que enseñar su inabarcable riqueza percutiva al mundo. En 2016 el artista camerunés Blick Bassy nos atrapó con un disco inagotable, el segundo de su trayectoria en el que el bluegrass y el country ejercen una gran predominación. Composiciones originales que el artista entrelaza con su voz delicada, coros y con una selección de instrumentos en conjunto sintonía.
Estábamos acostumbrados a oír a Kassé Mady al frente de big bands, liderándolas con su característica voz, por lo que “Kirike” resultó una sorpresa. Un disco delicado, suave, casi íntimo, en el que una parca, si bien excelente instrumentación de la kora de Ballaké Sissoko, el ngoni de Makan Tounkara y el balafón de Lansiné Kouyaté se suma el cello de Vincent Segal, construyendo una atmósfera mansa en la que Kasse Mady resalta con una voz más mesurada y susurrante que de costumbre. Un fabuloso último capítulo en una carrera artística impecable que ha inmortalizado a un increíble griot. Además del Taarab, es bien difícil reconocer un estilo propio del país de Nyerere, incluso el tan cacareado Bongo Flava no ya no es un soukous actualizado. Pero si es verdad que Tanzania tiene una tradición musical muy profunda y ignota.
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La dilatada carrera de Kar Kar Traoré nos dejó memorables trabajos discográficos, desde su “Mali Twist” hasta esta época han pasado más de 50 años. Desde su “redescubrimiento” en los 90´s ha entregado nueve excelentes álbumes y “Mbalimaou” es una de sus cumbres creativas. Siendo uno de sus discos más variados y terminados, Kar Kar supo sintetizar por el momento no sólo sus numerosas influencias si no de músicas ajenas de su país, Malí. Desde revisiones de sus canciones (“Mariama”) de clásicos (“Sagnon Moni”) o temas nuevos de la calidad de “Dunia Djanjo”, «Sina Mousso Djongou” o “Bembalisa”.
Alaska cantaba “Yo soy de este modo y así proseguiré / Jamás cambiaré” y la pista de baile se anegaba de euforia. La combinación entre una letra liberadora y la épica discotequera que le conferían los arreglos de sintetizador se demostró imbatible. Fine Young Cannibals eran considerablemente más extraños y frescos de lo que recuerdas. El trío tenía sus raíces en el ska, pero a lo largo de 2 álbumes cincelaron un nuevo sonido pop que resonaría desde Massive Attack hasta TV on the Radio. En 1987, Houston seguía siendo una sirena de cara fresca con la voz cristalina y un planeta de opciones a sus pies. El enfoque de esta canción que, en el momento en que se desglosa, trata mucho más de la soledad que del amor, dice mucho sobre su aptitud para irradiar calidez y positividad a través de su particular sonido.
Su trayectoria musical cuenta ahora con cinco álbumes, (ojo a su última referencia “Sahari” con influencias electrónicas) pero fue su tercera referencia “Soutak” en la que confluencia de música haul, melodías y riffs desérticos nos conquistó. Un álbum plagado de gemas con armonías pegadizas y ritmos hipnóticos y una producción impecable que supuso el salto de Aziza Brahim al circuito en todo el mundo. El bubú es un estilo musical perteneciente de Sierra Leona muy difícil de determinar.